Iluminación de exposiciones

La iluminación de exposiciones se centra en el objeto expuesto, ya sea una obra de arte, un objeto histórico o una exposición moderna. El objetivo es utilizar una iluminación específica para atraer la atención del espectador hacia el objeto expuesto y destacar sus estructuras, texturas y detalles especiales. Para ello se utilizan diferentes técnicas de iluminación, desde la luz plana que proporciona una iluminación uniforme hasta la iluminación de acento que destaca determinadas zonas o detalles.

Un aspecto clave es la protección contra la luz: muchos objetos expuestos, especialmente obras de arte sensibles o piezas históricas, pueden resultar dañados por una luz excesiva o incorrecta. Por eso, a menudo se utiliza luz sin rayos UV ni infrarrojos para proteger los objetos. La temperatura del color y la intensidad de la luz se ajustan específicamente para garantizar una visualización óptima sin poner en peligro los objetos. El mantenimiento de los sistemas de iluminación también es crucial para garantizar una calidad y protección constantes de los objetos expuestos. Así se crea un equilibrio perfecto entre estética y conservación.