Rincón del museo

El llamado ángulo de museo se refiere a un ángulo de incidencia de la luz de 30 grados. Esto es ideal para iluminar los objetos expuestos y los ambienta a la perfección. Como la iluminación tiene una importancia tan fundamental en los museos y, por tanto, el ángulo debe ser perfecto, el ángulo de 30 grados recibió directamente el nombre de este centro cultural.

Si no se tiene en cuenta el ángulo del museo o no se instala la lámpara con suficiente precisión, un ángulo de incidencia más pronunciado puede dar lugar a una molesta luz rasante, que crea sombras alargadas sobre la escultura o el cuadro. Si hay demasiada distancia entre la luminaria y el objeto expuesto, existe el riesgo de que el espectador proyecte sombras no deseadas sobre él. Todo esto debe evitarse para que los visitantes disfruten de una gran experiencia.

Además del ángulo del museo, también hay que tener en cuenta la radiación óptica para la iluminación de museos, ya que, de lo contrario, los objetos expuestos sensibles pueden resultar dañados si se emite una luz incorrecta o excesiva. Aquí es importante tener en cuenta la duración de la exposición y reducir o eliminar por completo la radiación UV e infrarroja. Por tanto, hay que tener mucho cuidado no sólo a la hora de fijar o colocar los objetos expuestos, algunos de los cuales son muy antiguos, sino también en lo que respecta a la iluminación del museo. Existen normativas y recomendaciones internacionales que pueden servir de guía.