Reflectancia

La reflectancia indica qué porcentaje del flujo luminoso es reflejado por una superficie. La regla aquí es que las superficies de color claro, como las paredes blancas, tienen una reflectancia muy alta y, por lo tanto, se refleja mucha luz en la habitación. En cambio, las superficies oscuras tienen una reflectancia muy baja y se "tragan" una gran parte de la luz, por así decirlo.

En general, cuanto más oscura esté pintada o amueblada una habitación, más luz se necesitará para conseguir la misma iluminancia en una superficie que en una habitación luminosa. Por tanto, es especialmente importante tener en cuenta el grado de reflexión para tareas visuales como los lugares de trabajo, ya que una buena iluminación desempeña aquí un papel muy importante.

Los valores típicos de reflectancia que pueden servir de guía son los siguientes

  • Las paredes blancas tienen una reflectancia de hasta el 85%.
  • Los paneles de madera clara tienen una reflectancia aproximada del 35%.
  • Los ladrillos rojos sólo tienen una reflectancia de alrededor del 15%.

Por lo tanto, a la hora de iluminar una habitación, siempre es importante tener en cuenta la naturaleza de la misma y su combinación de colores. Los techos y las paredes deben tener una mayor reflectancia para conseguir una impresión equilibrada de luminosidad y, por tanto, no deben pintarse demasiado oscuros. En el caso de los muebles o las superficies de trabajo, el grado de reflexión depende en gran medida de las necesidades respectivas o de las actividades que se vayan a realizar en la habitación. El suelo, en cambio, no desempeña un papel demasiado importante, por lo que en este caso basta con entre un 20% y un 40%.