Lastre

Los balastos se abrevian VG y son necesarios para el funcionamiento de las lámparas de descarga. Se encargan de limitar la corriente de descarga que se produce cuando se encienden dichas lámparas y la consiguiente ionización en forma de avalancha de los gases nobles. Si no hubiera balasto, la corriente aumentaría de forma extremadamente brusca y destruiría la lámpara al cabo de muy poco tiempo.

Un balasto de este tipo puede instalarse directamente en la lámpara, montarse como componente externo o, en algunos casos, funcionar únicamente con un arrancador adicional. Se distinguen dos tipos: por un lado, los balastos magnéticos o convencionales (abreviados como KVG) y los balastos de bajas pérdidas (abreviados como VVG) y, por otro, los balastos electrónicos (abreviados como EVG). Por tanto, el flujo de corriente se limita de diferentes maneras, pudiendo reducirse inductivamente mediante una bobina de choque o electrónicamente. En este último caso, no se produce el molesto zumbido y los balastos electrónicos pueden utilizarse sin un cebador adicional.

Si posee una lámpara de descarga, como una lámpara fluorescente, o desea adquirir una, debe asegurarse de que tiene instalado un balasto. En caso contrario, deberá adquirirlo por separado.